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viernes, 23 de julio de 2010

XXXIV CNES - La conducta organizada de Patricia Ramírez


Patricia Ramírez Loeffler

Los deportistas profesionales se dejan hipnotizar por esta psicóloga granadina

El marchador accitano Paquillo Fernández, el palista Tomás Piñas o los jugadores del RCD Mallorca han pasado por la consulta de la psicóloga granadina Patricia Ramírez. El talento y los logros de estos deportistas son indudables, pero también lo es que la psicología les ayudó a conseguirlos. "El entrenamiento mental es muy importante siempre y cuando el trabajo físico sea el adecuado. Puede ser la diferencia entre dos competidores que están muy igualados en cuanto a talento, técnica y preparación física. La capacidad de concentración, de atención, de control de la ansiedad pueden marcar esas pequeñas diferencias. También, cuando el mejor física y tácticamente no está preparado mentalmente puede fallar en todo lo anterior", señala Patricia Ramírez.
La hipnosis es una técnica más dentro de la psicología que está tomando un mayor protagonismo en los últimos tiempos en el mundo del deporte y que ayuda a solucionar o mejorar algunos problemas concretos, aunque su uso está también definido por la susceptibilidad del deportista. "No todos la tienen. Si no hay voluntad por parte del paciente para dejarse sugestionar, para llegar a ese estado, el terapeuta no lo va a conseguir". "Hay que explicarlo muy bien, la gente tiene no sabe muy bien en qué consiste. Es un estado de relajación en el que se puede trabajar la concentración, algunos llegan con dudas, pero vienen para que les ayudemos y cuando les explicamos en qué consiste nadie tiene ningún problema. Algunos acceden, pero después no tienen la sugestionabilidad suficiente y hay que pasar a otras técnicas", asegura Ramírez.

Como técnica diferente y marcada por falsos mitos a lo largo de la historia, la hipnosis provoca miedo o incredulidad en algunos deportistas que hacen más complicada su utilización. "No está muy extendida porque siempre se ha hecho un mal uso de ella. Hay muchos no profesionales de la psicología que han extendido muchas creencias que no reflejan en absoluto la realidad y han provocado ciertas reticencias y miedos en mucha gente", resalta.

Cada vez más deportistas acuden a estos profesionales para que les ayuden a mejorar sus rendimiento, encontrar la motivación, calmar las ansiedades antes de una gran competición o superar los miedos. El más común, el miedo al fracaso, como reconoce la doctora "el miedo por excelencia. Pasan mucho tiempo preparando competiciones, sobretodo en casos de deportistas olímpicos, que pasan cuatro años entrenando y esperando esa competición. Hay que descargar al deportista de toda esa presión para que se centre en lo que tiene que hacer, pero si cae en primera ronda va a sufrir frustración, y tiene que pasar el mal rato". Quizá por eso, en la piscina de entrenamiento del nadador más laureado de todos los tiempos, Michael Phelps, reza la leyenda "no es cada cuatro años, es cada día".

Además de estos síntomas, este método puede resultar muy útil para perfeccionar la técnica del deportista. Un tenista, por ejemplo, puede servirse de la hipnosis para mejorar su volea o su saque fuera de la pista. Para ello, una vez se encuentra en absoluta relajación el deportista puede experimentar los movimientos de cada golpe, imaginar la mecánica del golpe perfecto para después llevarla a cabo en la pista. Un procedimiento más fácil de aplicar en el deporte individual que en el colectivo y en disciplinas en las que se usa en el tren superior.

"Adelantar el éxito deportivo en la cabeza. Realizar una prueba perfecta que después debemos imitar en la competición se logra gracias a esta técnica. Estudiar cuál es la técnica más adecuada y, si vamos a usar la hipnosis hay que explicar al paciente en qué va a consistir, desmitificar un poco esas falsas creencias para que el paciente esté tranquilo y se sienta seguro. Además, se requieren una serie de entrenamientos previos para identificar la capacidad de sugestión del paciente y un posterior entrenamiento en relajación y visualización. Una vez el deportista está totalmente concentrado se puede comenzar con la visualización de aquellos movimientos específicos, pensamientos, emociones o ejecuciones generales que se quieran reproducir en la competición", ese es, a grandes rasgos, el proceso que suele seguirse, según explica la doctora Ramírez.

La participación de las técnicas hipnóticas y la visualización también tienen su hueco en el apartado de las lesiones, en las que puede jugar un papel fundamental para la total recuperación del deportista, si bien, es uno de los procesos más delicados, y es que, si no se hace bien, puede ser peor el remedio que la enfermedad: "Las lesiones las atiende el médico, no el psicólogo. Hay casos en los que el médico cree que la psicología puede ayudar al deportista, entonces se usa la visualización para que el deportista vea las cosas que era capaz de hacer cuando no estaba lesionado. Las imágenes que suelen utilizarse están relacionadas con el movimiento, y permiten que se pierda el miedo a usar el músculo que estuvo lesionado. Para el uso de estas técnicas es muy importante que el deportista tenga el alta médica, que esté al cien por cien. Lo más importante es quitar el miedo al deportista a usar la parte lesionada".

La hipnosis, por el contrario, se utilizaría durante la lesión. "El deportista se imagina corriendo y el electro dice que hay actividad muscular. Es una forma de ir fortaleciendo el músculo antes de empezar a trabajar, aunque es cierto que es mínimo", asegura Patricia Ramírez.

Hace años, Benito Floro, entrenador del Albacete y del Real Madrid, fue tildado de excéntrico -por no decir otra cosa- al tener entre sus colaboradores a un psicólogo. Hoy en día es algo habitual y necesario; tanto, que pronto no habrá equipo ni deportista que no trabaje con uno.

23/07/2010 Tiempo para psicología en el Curso Superior en una distendida sesión que los alumnos agradecieron tanto por el temario como por la propuesta simpática e interesante de Patricia Ramírez. “Somos responsables de nuestras emociones”.

El método de refuerzo psicológico que propone Patricia Ramírez va encaminado organizar una conducta que se defienda de los ataques de emociones negativas, que refuerce las positivas, que fortalezca la seguridad y la confianza. Hablaba de una interesante diferenciación entre la conducta anárquica relacionada con el pensamiento y la organizada que llega de la mano de la escritura. Así, provocar que los jugadores sean capaces de definir por escrito sus sensaciones, sus deseos, sus miedos, sus apuestas emocionales reforzaba tanto la intención como el compromiso.

Patricia está acostumbrada a tratar con equipos de fútbol entre los que destaca su última etapa en el Mallorca junto al entrenador Gregorio Manzano. Porque como ella misma recuerda esa figura del psicólogo debe ir de la mano del entrenador, debe convertirse en una herramienta más de control de otra de las cargas claves en el Bloque de Entrenamiento. Habíamos hablado de cargas físicas, técnico-tácticas y por lo tanto, quedaba para abordar la psicológica.

El baloncesto evoluciona y en esa constante progresión se van incorporando perfiles que van ocupando papeles fundamentales. Muchos equipos plantean unas limitaciones que impiden disponer de esas figuras por lo que el nuevo entrenador debe, además de conocer los aspectos fundamentales del baloncesto, impregnarse de nociones relacionas con las ciencias asociadas al deporte entre las que la psicología ocupa un lugar imprescindible.

Fue una tarde muy agradable en compañía de la psicóloga Ramírez que con infinidad de ejemplos, de juegos, de definiciones claras y directas, permitió a todos los asistentes entender algo más de esa ciencia con la convivimos desde que nacemos hasta que morimos sin que seamos conscientes de que la tenemos instalada permanentemente en nuestro piso más alto.

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