27/07/2010 Paco García en estado puro, en una pista, con once jugadores y con los alumnos del Curso Superior como testigos de una sesión corta pero tremendamente intensa. Una muestra de la sabia exigencia de un entrenador que siente el baloncesto allá donde lo viva.
Inteligente demostración práctica de Paco García que planteó una sesión dura, progresiva, perfectamente diseñada para trabajar las ventajas, para incidir en la importancia de la amenaza desde el momento que tenemos el balón. Quiso el actual entrenador del Ourense que los jugadores entendieran la importancia de leer el juego, de interpretar las ventajas tras un bloqueo, tras una superación de su defensor. Y esos progresivos ejercicios de ventaja los jugadores fueron llevando el esfuerzo al límite y si el técnico pucelano no apretó más las clavijas fue porque esos fantásticos jugadores del Easo ya llevaban una sesión en sus piernas trabajando para Mario Pesquera.
Dieciséis cursos ininterrumpidamente siendo profesor confirman la eficacia de Paco García a la hora de plantarse delante de lo alumnos. Muchos años en aula y con pizarra y esta vez ahí abajo, sobre el parquet, ejerciendo de lo que mejor sabe. Paco García en estado puro sudando y haciendo sudar, recriminando y animando, exigiendo y compensando. Mucho sentimiento en todo lo que hace, desde cuando habla de baloncesto, de su pasado, de su ilusión de presente y de futuro. Mucha ilusión como elemento fundamental al que añadir a la formación adquirida durante décadas producto de lo que aprendió de los maestros y lo que el mismo fue experimentando. Paco García, gran entrenador y tipo honesto. Valió la pena.
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