29/07/2010 Una charla del doctor Escribano dura aproximadamente una hora pero acompaña a quien la ha escuchado durante mucho tiempo. Quizás el resto de sus vidas. Porque el tema es tan fundamental como las razones biológicas por las que vivimos y la forma es tan clara y convincente que consigue instalarse en la conciencia de cada uno.
Muchas veces la obviedad convive con nosotros pero hace falta que venga un profesional y nos lo recuerde para tomar conciencia de ello. Pasa muchas veces con los consejos psicológicos y en este caso con los de este ya famoso endocrino que ha conseguido instalar la cultura del comer adecuadamente entre muchos deportistas de élite. Porque claro, cuanto menos pesemos más rápidos podremos movernos y seguramente menos nos cansaremos. Es una simple cuestión física que irá acompañada lógicamente de la preparación adecuada. Partimos de la base de que los deportistas consumen más “combustible” que aquellos que hacemos una vida más sedentaria y por lo tanto ese combustible además de mayor cantidad deberá ser el adecuado. Lógico, ¿verdad?
Mediante una serie de datos objetivos y ejemplos nos llevaba hasta nuestros antepasados en comparación con otras razas animales y Antonio Escribano se adueñaba de la atención de la sala y explicaba la necesidad de que los deportistas tomen conciencia de que su alimentación será la clave de la prolongación de su carrera deportiva de la misma manera que la alimentación es la clave de nuestra mayor o menor longevidad. Porque esa alimentación es la causa principal de la muerte tanto por defecto, como en muchos casos, como por exceso y mala administración de los sobrantes en otros. Impactante imagen de dos niños, uno en Biafra, otro en “mundo civilizado”. Uno esquelético, otro obeso: los dos enfermos. Impactante pero consiguiendo el objetivo de hacer reflexionar sobre la conveniencia de prestar más atención a un tema que, precisamente en España, nos afecta especialmente al tener el triste honor de liderar la clasificación europea en obesidad infantil.
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